Alfonso Sánchez es un fotógrafo amateur nacido en Madrid y asentado desde hace años en Dublin. Su primer contacto con la fotografía se produjo a los 8 años de edad, cuando le regalaron tres cameras fotográficas por su comunión, que según confiesa nunca llego a estrenar.
Desde temprana edad coleccionaba fotografías de Annie Leibovitz o de Sebastiao Salgado que encontraba en las revistas y periódicos de casa, y seguía con atención los reportajes fotográficos de National Geographic o de los reporteros de guerra en Irak, la antigua Yugoslavia, Chernobyl, Etiopía o Bangladesh.
El comienzo de su actividad fotográfica llegó con el boom de los teléfonos móviles. La posibilidad de llevar una cámara en el bolsillo, despertó su mirada fotográfica y el deseo de aprender fotografía.
Fotógrafo autodidacta, de estilo ecléctico e interesado en los pequeños detalles cotidianos de la vida, presume de no salir nunca a hacer fotos sino que éstas aparecen en su camino sin saber por qué, “Mi mayor satisfacción son las fotografías que he sacado por casualidad”.
Entusiasta seguidor de la fotografía clásica, considera que el fotógrafo debe intervenir lo menos posible en la acción fotográfica, “Si la presencia del fotógrafo ‘ensucia’ la escena, se pierde la pureza de la fotografía. No tengo ninguna duda de que el hombre invisible sería el mejor fotógrafo del mundo”.
Su proceso creativo parte de una sencilla premisa, podemos encontrar la belleza en el más ordinario de los acontecimientos, siempre y cuando seamos capaces de mirar con el corazón.
Reciente finalista del prestigioso concurso internacional SPi Awards 2020, sueña con encontrar algún día la foto de su vida.